lunes, 12 de septiembre de 2011

Relaciones con espinas


Durante la era glacial, muchos animales morían por causa del frío intenso que invadía a una gran región del planeta.

Los puercoespines, percibiendo esta situación, ejercieron la ley del acuerdo y determinaron vivir en grupos, así se daban abrigo y se protegían mutuamente.

Pero, en el día a día, surgía un problema de esta estrategia de equipo. Las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos. Justamente las heridas se infligían a aquellos más cercanos que le brindaban calor. Ante esto comenzaron a separarse unos de otros.

De nuevo el frío causaba sus estragos a cada puercoespín. Cada uno entendía que la soledad los terminaría conduciendo al exterminio. Se vieron impulsados a tomar una decisión. Sabían que su decisión determinaría su destino. La cuestión era desaparecer de la faz de la tierra o aceptar las espinas de sus vecinos. Con la Sabiduría presidiéndolos, decidieron volver y vivir juntos. 

De este modo, aprendieron a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy cercana les podía ocasionar en lo cotidiano.  Ya habían entendido que lo que realmente importa era el calor protector del otro. Así fue como sobrevivieron y salvaron especie.

Moraleja

La mejor relación no es aquella que une personas perfectas, sino aquella en la que cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos propios.

PASAJES DE LA ESCRITURA PARA TENER EN CUENTA

1Pedro 3:8-9Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.”
1Pedro 1:22 “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;”
Juan 13:14 “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.”
Lucas 6:31 “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.”

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